¿Quién no tiene la imagen de aquella tierna abuela, de pequeño, sentada en
la mesa de la cocina mientras la
mirábamos ojipláticos y entusiasmados mientras nos preparaba la merienda, esas
galletas maria rellenas de mantequilla,
que untaba a ritmo infernal ante nuestra prisa por devorar la anterior? Pues sí,
esas abuelas y las galletas “Maria” son la base de nuestra cocina y por supuesto
de nuestros primeros postres, esos sabores de antaño; esos guiños que ahora
hacemos en nuestras creaciones para
hilar lo moderno con nuestros recuerdos…
Dentro de esos recuerdos nostálgicos, nos encontramos con unas
cuantas recetas que teníamos olvidadas y que ahora recuperadas, nos damos
cuenta del trabajo que tenían aquellas mujeres, para arrancarnos una sonrisa
con aquellos dulces ( ¿Sabéis cuanto tiempo y la técnica que hay que tener ,
para montar la nata a mano?) pues un mundo comparado con el tiempo que tardábamos
en dar buena cuenta de ello. El otro día me llevaron al Escorial, y allí, tuve
la oportunidad de probar uno de aquellos postres, sencillo, pero a la vez
laborioso y de un resultado espectacular.
Imaginaros… Galletas Maria untadas ligeramente en leche, otra capa de
mermelada de Fresas, Una capa de nata montada
y así sucesivamente hasta tres pisos, y coronada con virutas de coco rallado….
(¿Hay algo de la Nueva cocina que se le pueda comparar?) Si vuestra boca ya
esta salivando, me temo que no … Gracias Aguilar de Campo, por vuestro aporte a
la humanidad ( a la humanidad de aquellas abuelas)